INICIAN TALLERES DE ESTIMULACIÓN COGNITIVA EN CESFAM THOMAS FENTON

Para adultos mayores de 60 años que quieran desarrollar habilidades y conocimientos

A partir del martes 6 de mayo el CESFAM Thomas Fenton iniciará la versión 2014 del Taller de Estimulación Cognitiva enfocada en el adulto mayor, iniciativa que es impulsada por el psicólogo Jorge Crespo y cuenta con un cupo de 20 personas. Las inscripciones se encuentran abiertas y las personas interesadas deben dirigirse al SOME del establecimiento.

La actividad se ha implementado por 5 años consecutivos con 8 versiones hasta la fecha. En tanto que la participación es en modalidad abierta y flexible, pudiendo unirse nuevos participantes en el momento que estimen conveniente, pues cada sesión trata un tema en particular. El establecimiento ha considerado oportuno mantener estos talleres de manera permanente como una acción preventiva al eventual deterioro de los adultos mayores.

Producto de la baja en el índice de natalidad se estima un aumento significativo del índice de vejez en Chile, proyectándose que si en el 2010 existían 50 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años en el 2015 se duplicará el actual número de personas mayores de 60 años.

El envejecimiento no implica necesariamente una pérdida cognitiva significativa, pero aun así numerosas enfermedades en el adulto mayor son capaces de producir una alteración en una o varias funciones mentales, dando lugar a diferentes síndromes que se engloban bajo el término de “deterioro cognitivo”, el cual puede manifestarse en cambios de la memoria, la percepción, la orientación, la comprensión, el pensamiento, el juicio, el cálculo, la comunicación y la resolución de problemas; y puede ser producido por un trastorno orgánico o funcional.

La base científica de la estimulación cognitiva en el envejecimiento en general y las demencias en particular, se centra en la capacidad plástica del cerebro, el potencial y reserva cerebral y los principios de la rehabilitación neuropsicológica. La neuroplasticidad cerebral hay que entenderla como la respuesta que elabora nuestro cerebro para adaptarse a las demandas y restablecer el desequilibrio secundario a una disfunción cerebral.

En el envejecimiento normal, por ejemplo, los programas de estimulación cognitiva se diseñan como respuesta terapéutica a las quejas subjetivas de pérdida de memoria, mientras que en los procesos degenerativos consisten en intervenciones complementarias al tratamiento farmacológico.

Para las familias el hacerse cargo de un adulto mayor con deterioro cognitivo es una tarea dura y difícil que muchas veces termina debilitando la salud física y mental del cuidador. Por ello los parientes demandan terapias que sean más efectivas y la alternativa es hoy la estimulación cognitiva.